La villana retrocede el reloj de arena, parte III
por Sansobi
La jubilosa Aria apretó la pieza del reloj de arena. Aunque la acción causó que numerosas piezas afiladas se encajaran en su pequeña y frágil palma, no fue el dolor, sino el gran alivio el que le recordó que estaba viviendo una segunda vida.
Gotas de sangre escarlata cayeron al suelo, goteando y gradualmente condensándose. Eran ambas el remordimiento y el veneno de la mujer malvada que deseaba venganza.
'Nunca te perdonaré.'
Lentamente, Aria abrió su mano y sonrió.
La sonrisa era tan similar a la de una santa benevolente que incluso detuvo el estremecimiento de Jessie.
***
"Parece que Aria ha estado estudiando tan duro como tarde."
Varios días han pasado desde que Aria retornó al pasado, y su claro y transparente recital de poesía llenó el comedor. Como resultado, el Conde Roscent había felicitado a Aria por primera vez.
La condesa, quien sonreía naturalmente, elaboró inteligentemente un pretexto para el lustro de Aria, "Ella disfrutaba leer numerosos libros durante nuestra vida empobrecida, por ello es que se exalta con las oportunidades para aprender."
Una mentira. Aria no había aprendido cómo comer de una manera limpia hasta que cumplió dieciséis años. Nunca había tocado la cubierta de un libro antes de entrar al condado, que fue también cuando su vida comenzó a transformarse.
Ella prefería jugar en lugar de leer, y vestirse con lujos era su placer. Esto también porque era todo lo que sabía hacer.
Cuando había sido muy joven e ignorante, ella había recordado cómo tropezó con algunos poemas que el conde disfrutaba y los memorizó a pesar de su cansancio, pero la que siempre recibía los elogios era Mielle.
Era natural que Mielle, quien podía recitar los poemas como canciones, fuese felicitada por encima de Aria, quien recitaba los poemas de manera mecánica, como un libro, justo como ahora.
"Es un famoso poema pasado de generación en generación en el condado del condado del Conde Roscent. Fue escrito por el primer conde, y fue el primer poema que aprendí cuando tenía cuatro años. El último verso, la respuesta de la mujer a 'La mujer que amo', no es tan bien conocido, pero solo cuando ambos se vuelven un el poema está completo."
Con su mano derecha en su pecho, Mielle recitó el poema tranquila y claramente. Había una sensación de satisfacción en los ojos de aquellos que la miraban. La madre de Aria, la condesa, también la miraba con una expresión recomendable. Parecía la actriz principal que había logrado superar a la actriz de apoyo.
"... ¡y yo reuniré mi admirable corazón y lo esparciré en tu futuro!"
Cuando terminó su recital de poesía, el comedor se llenó de aplausos. A diferencia del pasado, donde había rechinado sus dientes con celos y envidia, Aria se unió a la audiencia esta vez. Con sus mejillas sonrojadas y una sonrisa tímida asomándose por su boca, Mielle se había vuelto la verdadera protagonista del día.
Podría ser que debido a la presencia de Aria es que había aún más felicitaciones arrojadas a Mielle. Sería un cumplido decir que todo era un esfuerzo coordinado para pisotear el mezquino orgullo de la niña estúpida, así que Aria decidió reclamar la gloria que se le había robado.
Después de todo, desde un principio nunca fue de Mielle.
El aplauso se acabó, y Aria, la actriz de apoyo preguntó sin perder su compostura, "Qué hermoso poema, Mielle, pero ¿lo sabías?"
Esta repentina pregunta causó que los ojos de Mielle se ensancharan.
Aria continuó gentilmente, como si fuese obvio que Mielle no sabía, "De hecho, este poema fue creado por el hermano del primer conde, quien intentó asesinarlo. Por ello es que este poema no fue tan famoso. El primer conde no quiso que el poema se difundiera."
Esa fue la razón por la que Aria decidió no memorizarlo, porque quería agregar esa información... pero optó por probar su suerte al mismo tiempo.
"Recuerdo que hasta hace poco tiempo este poema estuvo prohibido ya que tenía incorporada una metáfora del deseo por maldecir a la familia."
La fina cara de Mielle rápidamente se endureció como el hielo porque el poema que había recitado tan orgullosamente podría ser visto también como un modo de maldecir a la familia. Después de alcanzar su victoria, Aria tuvo que resistir el rodar por el suelo en carcajadas.
Era el completo opuesto al pasado.
Ella había querido ser reconocida por algo, asó que contrató a un tutor que le preparara ese poema. Sus ojos habían brillado en anticipación, conforme recitaba la respuesta que había preparado por tanto tiempo en la presencia del conde, quien había regresado después de un largo viaje de negocios. Sin embargo, sus ojos perdieron instantáneamente toda la vida por las agudas críticas que le dieron.
No había pasado mucho tiempo desde que el conde entró a la habitación que dicho incidente sucedió, y la persona que más le había criticado no fue otro que su hermano, Cain.
Él era cuatro años mayor que Aria y había aprendido mucho al asistir a la academia, así que había usado su conocimiento para hostigar a Aria en todo lo que ella intentara hacer.
'Él seguro sabía todo esto.'
Sin embargo, esta vez había mantenido su boca callada todo el tiempo al no querer insultar a su hermana. No, podía ser que, en el pasado, quería lastimar a Aria como ella ahora a Mielle.
Para confirmarlo, Aria rodó sus ojos revisó la cara de Cain. Él se encontraba observando a Aria con su boca firmemente alzada. Ahora que era Mielle quien había sido humillada, parecía infeliz con la situación.
Aria sonrió incómoda y decidió pretender una defensa para Mielle ya que no quería ser abiertamente detestada.
"Mielle solo tiene trece años, así que ya es impresionante que fuese capaz de memorizar el poema completo."
Sin embargo, la atmósfera no se disipó ya que estaba claro que Mielle había memorizado y recitado el poema recientemente del modo más torpe.
'¿Qué embarazoso debe ser para ella ser regañada por la hija de una simple prostituta que fue nacida y criada en lo más bajo de la sociedad sin saber siquiera lo que Aria sabía?'
El conde, que había advertido a su hija en vano por primera vez, animó a todos a continuar comiendo en el momento que alzó su tenedor. Aria, quien sonrió como una chiquilla frente a su nuevo padre, tomó el corte desastroso de la carne y lo llevó a su boca.
La cena de ese día fue bastante satisfactoria.
La primera cosa que Aria había hecho al regresar al pasado fue contratar a una tutora. Ella era de un origen bajo y no había aprendido los modales apropiados hasta que estuvo a punto de morir. Debido a las cosas que escuchó y aprendió durante la última década de su vida, había intentado usar gestos elegantes cada que podía, pero en ese tiempo aún no lo hacía.
No había necesidad para ella porque había heredado la belleza de su madre, quien se había robado el corazón del conde con tan solo su apariencia, por ese motivo es que sin importar cuán despreocupada o imprudente Aria actuara siempre tenía incontables pretendientes. Tenía una belleza que podía emborrachar a cualquiera con solo mirarla y era esencial para entretener cualquier gran fiesta.
Sin embargo, conforme pasó el tiempo, los hombres que pretendían a Aria fueron uniéndose más a su camino elegante y aristocrático, por lo que se comprometieron con otras de su círculo y, finalmente, no quedó nadie junto a Aria. Por supuesto, llegaron a su mente algunos pocos que habían condesado amarla verdaderamente, pero ella no pudo saber si aquellas palabras fueron ciertas.
'Sí, si la oportunidad se presenta, veremos qué pasa si pongo a prueba a esos idiotas.'
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